Biografía no autorizada de un escritor

El autor de esta Narrativa es el Argentino Néstor Omar Salgado, tiene 11 libros personales publicados; su nuevo libro es "Amarnos Más" que contiene relatos, novela breve, poesía y frases, lo invitamos a leer, comentar y compartir

Biografía no autorizada de un escritor

La taza de café estaba deliciosa, como cada día Andrés comenzaba su rutina, un cálido desayuno en familia y luego instalarse frente a la computadora a continuar escribiendo esa novela que lo había desvelado varias noches, estaba llegado a un cierto punto del relato en donde muchas iniciativas literarias mueren por no poder continuar con un relato vigoroso, interesante y con una historia que cautiven al lector .Era un talentoso escritor, sus libros se habían vendido muy bien y hasta había logrado que de algunos ejemplares se realizaran reediciones y las Editoriales se diputaran el próximo libro inédito de Andrés Saldaño.

Pero él sabía muy bien que cada día se editan millones de libros y que las editoriales grandes en esta Sociedad Capitalista, pueden vender un libro de uno de sus escritores por millones aunque sea una mala producción literaria, solo por el hecho de contar con una fuerte Inversión en publicidad.

Más allá de estas contingencias ambicionaba a ser reconocido por sus obras y no por los miles de ejemplares vendidos en un mercado habido de novelas escandalosas, basadas en romances de hombres y mujeres de la farándula artística, o el relato sobre Políticos Corruptos.

Su novela estaría basada en una familia común de trabajadores inmigrantes que se destacaron por favorecer el desarrollo de la Cultura y la educación, por momentos había logrado mimetizarse con los personajes, sentirse plenamente identificado en sus sueños y aspiraciones, sabía que era para un escritor lo más importante, alcanzar a formar parte imaginaria de sus personajes.

Estaba pensando estos temas cuando escucho el portero eléctrico, al atender sintió la sensual voz de su secretaria Minerva, noto su ansiedad y trato de controlarse para no quedar en evidencia ante su atenta secretaria, pero noto que se estaba enamorando, de un amor no correspondido.

Minerva era una mujer joven de unos 47 años, muy bien llevados

Sumamente elegante y simpática, su personalidad tenia carisma y esto lo atraía, pero era casada y él también con matrimonios algo endebles y rutinarios, una de las cosas que más le gustaban compartir eran esas apasionantes conversaciones sobre temas relacionados con la literatura el amor y la amistad, ella llego divina como era su estilo, vestía bien, sabia combinar sus prendas y siempre en su rostro se reflejaba una cálida sonrisa, él tomo su abrigo la invito con un café y comenzaron a trabajar.

La pequeña oficina del escritor estaba abarrotada de libros y papeles, dos computadoras y sendos escritorios durante varias horas del día eran sus herramientas de trabajo, mientras Andrés continuaría con su novela, ella revisaría correspondencia, relataría alguna carta destinada una vez más alguna editorial, reclamando por el pago de los derechos de autor, es notable muchas veces como tardan en rendir ese pequeño 10% que le corresponde por ley a quien con su autoría creo muchas veces un libro que se vende, pero se salda con demasiada lentitud.

Cada tanto Minerva le hacia una consulta y ambos dialogaban un buen rato, riendo y contando anécdotas sobre hechos de la vida cotidiana que llamaban su atención, ambos eran muy observadores, cualidad indispensable para cualquier escritor, las mejores novelas relatan situaciones comunes descritas con sumo talento y hasta con una cuota de videncia natural que ha llevado a muchos autores a relatar con anticipación hechos que ocurrirían años más tarde.

Por el cortinado de la ventana se podía contemplar un espectáculo pocas veces visto en esta región, estaba nevando, cubriendo autos y casas con una brillante capa blanca, en la calle algunos niños jugaban con los copos de nieve, mientras sus padres intentaban armar un muñeco, Andrés se acerco al escritorio de Minerva y con suma dulzura le pidió que por un momento dejara sus tareas y contemplara esta manifestación de la naturaleza, se acercaron al ventanal y allí permanecieron un largo rato tomados de la mano, luego se abrazaron y el le dio un beso en la mejilla, la mañana había concluido, ella tomo el abrigo y se marcho prometiendo regresar temprano para compartir un chocolate juntos.

Andrés permaneció en silencio frente a su computadora, esa mañana no había logrado concentrarse en su relato y sus pensamientos eran algo confusos, recordó que otro escritor un día le había mencionado una de sus frases " He amado tanto como me han amado, aunque no se si ha sido suficiente" y se pregunto si amaba a su esposa y si ese amor era correspondido, cerro sus ojos tratando de concentrase para

recordar momentos de la pareja, entonces se dio cuenta que en los últimos tiempos habían compartido muy pocas cosas juntos, que cada uno tenia su mundo, ella estudiaba en una Universidad , tenia su grupo de amigas estudiantes y su profesión, él frecuentaba tertulia literarias, viajaba a brindar conferencias, reconoció que también influía en esta falta de dialogo su tarea de escritor, generalmente quien practica esta profesión es una persona que se distancia de los demás para poder crear, entonces tomo una decisión, intentaría recuperar la relación con su esposa, antes de que para ambos fuera demasiado tarde.

Salió a la calle, compro un ramo de flores, escribió un poema en una tarjeta y camino lentamente disfrutando de la nieve que descendía lentamente sobre la Ciudad, esperaría en la escalinata de la Universidad la salida de su esposa para ofrecerle en un gesto amoroso el precioso regalo, los primeros alumnos comenzaron a salir y también algunos compañeros de su esposa, pero ella no salía de la gran casa de estudios, entonces ingreso en la Facultad y junto a una de las altas columnas del edificio vio a su mujer, estaba abrazando a un hombre con el cual se besaron apasionadamente, la escena lo dejo paralizado, cuando reacciono se dio cuenta que era demasiado tarde para recuperar el amor de su pareja, descendió la escalera de ingreso y se fue lentamente caminando rumbo a su departamento, su rostro se surco de lagrimas y su corazón comenzó a latir con fuerzas, lo embargaba una tremenda angustia, se sentía el hombre más torpe del mundo, al pasar junto a una anciana mendiga le regalo el ramo de flores y se prometió no perder más tiempo y confesar su amor a quien verdaderamente lo mereciera, entonces su corazón renacería una vez más, fruto de un amor correspondido, sabía que luego del desencanto llega la desesperanza y más tarde un nuevo intento por alcanzar, la felicidad.

Ha pasado el tiempo y hoy como biógrafo me encuentro trabajando en su escritorio personal, mientras Andrés junto a su secretaria están de viaje en Costa Rica brindando Conferencias sobre Poesía Contemporánea, me llama la atención un libro nuevo que se encuentra junto a la computadora, lo abro y en la segunda página encuentro algo que puede resolver alguna de nuestras dudas y dice así... Este libro es dedicado Andrés Saldaño, hombre al que amo y admiro" Firmado Minerva.

Fin


 


 


 


 


 


 

en el Paseo del lago, Salliquelo

en el Paseo del lago, Salliquelo

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